martes, 1 de julio de 2014

Alemania mató el milagro

Con sufrimiento y debiendo llegar al alargue, Alemania se deshizo de Argelia en los octavos de final del Mundial de Brasil 2014. El cuadro germano hizo uno de sus partidos más pobres en la cita planetaria y solo pudo amarrar el duelo 2-1 en el tiempo suplementario. Ahora, en cuartos de final, el elenco germano deberá medirse ante Francia que más temprano había derrotado a Nigeria por 2-0.
Le costó mucho al conjunto europeo. Si en el primer tiempo los africanos tuvieron incluso para haber abierto la cuenta. Slimani se transformó en una pesadilla para la defensa alemana y de no ser por el portero Neuer, que debió jugar todo el partido casi como central, pudieron colocarse arriba en la cuenta.
Al otro lado algunas tibias llegadas de Alemania eran todas detenidas por el arquero argelino, Adi-Rais Mbolhi, que se transformó en figura y parecía imbatible ante los delanteros rivales.
No pudo nomás Alemania ganar en el tiempo reglamentario. Llegaron los 90 minutos y sin goles y poco fútbol debieron ir al alargue con un equipo africano que ya daba muestras de cansancio.
Y fue rápida la primera estocada alemana. A los dos minutos del suplemento André Shurrle puso el 1-0. Luego Mesut Özil alargó a dos minutos del final.
Pero los argelinos no se rindieron y aunque no quedaba nada se fueron a buscar el descuento y lo consiguieron a los 120' vía Abdelmoumene Djabou. Hasta el final dieron la pelea los africanos que quizás merecieron algo más, pero la eficacia de los alemanes fue más poderosa. Deja dudas el equipo germano, pero ya está entre los ocho mejores en Brasil.
Ya en el suplementario apenas un minuto le llevó a Alemania conseguir lo que en 90 no había podido. Müller fue una locomotora para llegar al fondo por izquierda y de zurda metió un centro bajo. Schürrle se pasó, pero con un tacazo de zurda pudo poner el 1 a 0. Antes de que termine el primero de los tiempos del alargue, los teutones no pudieron sacar la pelota de su área tras un tiro de esquina y le quedó a Mandi, cuyo derechazo cruzado se fue cerca del poste derecho de Neuer.
No tuvo reacción Argelia en el inicio del segundo tiempo del alargue. Sobre el final llegó el 2-0 que puso Özil en una contra definida con algo de displicencia, pero al toque Slimani le puso suspenso al minuto final al descontar con un zurdazo.
Con el pitazo final, las manos de los alemanes mutaron en puños. Y los rostros cambiaron la concentración por el cansancio y la alegría. Es que el triunfo ante Argelia, contra lo que muchos pensaban, fue mucho más esforzado de lo que se creía.

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