El escándalo de corrupción en la FIFA llevó a siete altos jerarcas de la institución a prisión bajo la sospecha de haber aceptado sobornos de varios millones de dólares desde los años 1990. Entre los detenidos está el expresidente de la CBF José Maria Marin, antecesor y padrino político del actual mandamás del fútbol brasileño, Marco Polo Del Nero.
"Trabajo en fútbol hace más de 40 años y pasé por todos los cargos. Fui jugador, presidente del sindicato de futbolistas de Rio de Janeiro, director del (club) Flamengo, de un equipo en Japón, supervisor técnico, coordinador y auxiliar. Me siento calificado", explicó Zico, exministro de Deportes durante el corto gobierno de Fernando Collor (1990-1992).
Zico cuenta con el apoyo de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), pero aún no necesita conseguir el de otras cuatro federaciones. Turquía, India, Japón y Uzbekistán le habrían dicho que sí.
De formalizar finalmente sus candidaturas, Zico competiría contra el presidente de la UEFA, el francés Michel Platini, el heredero del grupo industrial Hyundai y figura clave del fútbol asiático Chung Mong-Joon, así como contra el príncipe jordano Ali bin Al Hussein.
"Si no resulta, no voy a dejar de dormir", terminó diciendo.
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